jueves, 17 de noviembre de 2011



los tsunamis


"SITIO WEB INTERACTIVO SOBRE LOS TSUNAMIS"

Nombre de los autores: Sheyla Molina Mendoza y Génesis Titusunta Semper

Nombre del docente: William Almeida




los tsunamis





LOS TSUNAMIS


tsunami



SIGNIFICADO DE LA PALABRA TSUNAMI



Tsunami es una palabra japonesa (tsu: puert’ o bahí’, y nami: ol’; literalmente significa ola de puerto) que se refiere a maremoto. Se comenzó a utilizar por los medios de comunicación masiva cuando los corresponsales de habla inglesa emitían sus reportajes acerca del maremoto que precisamente ocurrió en Asia (el 25 de diciembre de 2004 en el océano Índico). La razón es que en inglés no existe una palabra para referirse a este fenómeno por lo cual los angloparlantes adoptaron Tsunami como parte de su lenguaje, pero, como se verá en las citas históricas sobre maremotos que aparecen más adelante, la denominación correcta en español no es tsunami.

Maremoto es un evento complejo que involucra un grupo de olas de gran energía y de tamaño variable que se producen cuando algún fenómeno extraordinario desplaza verticalmente una gran masa de agua. Este tipo de olas remueven una cantidad de agua muy superior a las olas superficiales producidas por el viento. Se calcula que el 90% de estos fenómenos son provocados por terremotos, en cuyo caso reciben el nombre más correcto y preciso de «maremotos tectónicos».

La energía de un maremoto depende de su altura (amplitud de la onda) y de su velocidad. La energía total descargada sobre una zona costera también dependerá de la cantidad de picos que lleve el tren de ondas (en el maremoto del océano Índico de 2004 hubo 7 picos enormes, gigantes y muy anchos). Es frecuente que un tsunami que viaja grandes distancias, disminuya la altura de sus olas, pero mantenga su velocidad, siendo una masa de agua de poca altura que arrasa con todo a su paso hacia el interior


SEÑALES DE ALERTA


alerta


Muchas ciudades alrededor del Pacífico, sobre todo en México, Perú, Japón, Ecuador, Hawái y Chile disponen de sistemas de alarma y planes de evacuación en caso de un maremoto peligroso. Diversos institutos sismológicos de diferentes partes del mundo se dedican a la previsión de maremotos, y la evolución de éstos es monitorizada por satélites. El primer sistema, bastante rudimentario, para alertar de la llegada de un maremoto fue puesto a prueba en Hawái en los años veinte. Posteriormente se desarrollaron sistemas más avanzados debido a los maremotos del 1 de abril de 1946 y el 23 de mayo de1960, que causaron una gran destrucción en Hilo (Hawái). Los Estados Unidos crearon el Centro de Alerta de Maremotos del Pacífico (Pacific Tsunami Warning Center) en 1949, que pasó a formar parte de una red mundial de datos y prevención en 1965.

Uno de los sistemas para la prevención de maremotos es el proyecto CREST (Consolidated Reporting of Earthquakes and Seaquakes) (Información Consolidada sobre Terremotos y Maremotos), que es utilizado en la costa oeste estadounidense (Cascadia), en Alaska y en Hawái por el Servicio Geológico de los Estados Unidos, laNational Oceanic and Atmospheric Administration (la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EE. UU.), la red sismográfica del nordeste del Pacífico y otras tres redes sísmicas universitarias.

La predicción de maremotos sigue siendo poco precisa. Aunque se puede calcular el epicentro de un gran terremoto subacuático y el tiempo que puede tardar en llegar un maremoto, es casi imposible saber si ha habido grandes movimientos del suelo marino, que son los que producen maremotos. Como resultado de todo esto, es muy común que se produzcan alarmas falsas. Además, ninguno de estos sistemas sirve de protección contra un maremoto imprevisto.






los tsunamis




La predicción de maremotos sigue siendo poco precisa. Aunque se puede calcular el epicentro de un gran terremoto subacuático y el tiempo que puede tardar en llegar un maremoto, es casi imposible saber si ha habido grandes movimientos del suelo marino, que son los que producen maremotos. Como resultado de todo esto, es muy común que se produzcan
alarmas falsas. Además, ninguno de estos sistemas sirve de protección contra un maremoto imprevisto.

A pesar de todo, los sistemas de alerta no son eficaces en todos los casos. En ocasiones el terremoto generador puede tener su epicentro muy cerca de la costa, por lo que el
lapso entre el sismo y la llegada de la ola será muy reducido. En este caso, las consecuencias son devastadoras, debido a que no se cuenta con tiempo suficiente para evacuar la
zona y el terremoto por sí mismo ya ha generado una cierta destrucción y caos previos, lo que hace que resulte muy difícil organizar una evacuación ordenada. Éste fue el caso del
maremoto del año 2004 pues, aun contando con un sistema adecuado de alerta en el océano Índico, dicha zona no hubiese escapado del desastre.

Los terremotos son la gran causa de los maremotos. Para que un terremoto origine un maremoto, el fondo marino debe ser movido abruptamente en sentido vertical, de modo que el
océano es impulsado fuera de su equilibrio normal. Cuando esta inmensa masa de agua trata de recuperar su equilibrio, se generan las olas. El tamaño del maremoto estará
determinado por la magnitud de la deformación vertical del fondo marino. No todos los terremotos generan maremotos, sino sólo aquellos de magnitud considerable (primera
condición), que ocurren bajo el lecho marino (segunda condición) y que sean capaces de deformarlo (tercera condición). Si bien cualquier océano puede experimentar un maremoto, es
más frecuente que ocurran en el océano Pacífico, cuyas márgenes son más comúnmente asiento de terremotos de magnitudes considerables (especialmente las costas de Chile, Perú y Japón). Además, el tipo de falla que ocurre entre las placas de Nazca y placa sudamericana, llamada falla de subducción, esto es, que una placa se va deslizando bajo la otra,
hacen más propicia la deformidad del fondo marino y, por ende, el surgimiento de los maremotos.

Las avalanchas, erupciones volcánicas y explosiones submarinas pueden ocasionar maremotos que suelen disiparse rápidamente, sin alcanzar a provocar daños en sus márgenes
continentales.


Los tsunamis son olas de gran tamaño que pueden recorrer muchos kilómetros y destrozan todo lo que está a su paso, en la actualidad ya han sucedidos muchos tsunamis y entre los
más preocupantes y terribles está el de Japón que si duda alguna es un desastre inolvidable para los japoneses.



OTROS TIPOS DE MAREMOTOS

proceso del tsunami


Existen otros mecanismos generadores de maremotos menos corrientes que también pueden producirse por erupciones volcánicas, deslizamientos de tierra, meteoritos o explosiones
es científico, puede usarse de forma poco rigurosa para referirse a los maremotos generados por causas no tectónicas. De todas estas causas alternativas, la más común es la de
los deslizamientos de tierra producidos por erupciones volcánicas explosivas, que pueden hundir islas o montañas enteras en el mar en cuestión de segundos. También existe la
posibilidad de desprendimientos naturales tanto en la superficie como debajo de ella. Este tipo de maremotos difieren drásticamente de los maremotos tectónicos.

En primer lugar, la cantidad de energía que interviene. Está el terremoto del océano Índico de 2004, con una energía desarrollada de unos 32.000 MT. Solo una pequeña fracción
de ésta se traspasará al maremoto. Por el contrario, un ejemplo clásico de megamaremoto sería la explosión del volcán Krakatoa, cuya erupción generó una energía de 300 MT. Sin
embargo, se midió una altitud en las olas de hasta 50 m, muy superior a la de las medidas por los maremotos del océano Índico. La razón de estas diferencias estriba en varios
factores. Por una parte, el mayor rendimiento en la generación de las olas por parte de este tipo de fenómenos, menos energéticos pero que transmiten gran parte de su energía al mar. En un seísmo (o sismo), la mayor parte de la energía se invierte en mover las placas. Pero, aun así, la energía de los maremotos tectónicos sigue siendo mucho mayor que la de los megamaremotos. Otra de las causas es el hecho de que un maremoto tectónico distribuye su energía a lo largo de una superficie de agua mucho mayor, mientras que los
megamaremotos parten de un suceso muy puntual y localizado. En muchos casos, los megamaremotos también sufren una mayor dispersión geométrica, debido justamente a la
extrema localización del fenómeno. Además, suelen producirse en aguas relativamente poco profundas de la plataforma continental. El resultado es una ola con mucha energía en
amplitud superficial, pero de poca profundidad y menor velocidad. Este tipo de fenómenos son increíblemente destructivos en las costas cercanas al desastre, pero se diluyen con
rapidez. Esa disipación de la energía no sólo se da por una mayor dispersión geométrica, sino también porque no suelen ser olas profundas, lo cual conlleva turbulencias entre la
parte que oscila y la que no. Eso comporta que su energía disminuya bastante durante el trayecto.





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El ejemplo típico, y más cinematográfico, de megamaremoto es el causado por la caída de un meteorito en el océano. De ocurrir tal cosa, se producirían ondas curvas de gran amplitud inicial, bastante superficiales, que sí tendrían dispersión geométrica y disipación por turbulencia, por lo que, a grandes distancias, quizá los efectos no serían tan dañinos. Una vez más los efectos estarían localizados, sobre todo, en las zonas cercanas al impacto. El efecto es exactamente el mismo que el de lanzar una piedra a un estanque. Evidentemente, si el meteorito fuera lo suficientemente grande, daría igual cuán alejado se encontrara el continente del impacto, pues las olas lo arrasarían de todas formas con una energía inimaginable. Maremotos apocalípticos de esa magnitud debieron producirse hace 65 millones de años cuando un meteorito cayó en la actual península de Yucatán. Este mecanismo generador es, sin duda, el más raro de todos; de hecho, no se tienen registros históricos de ninguna ola causada por un impacto.

Algunos geólogos especulan que un megamaremoto podría producirse en un futuro próximo (en términos geológicos) cuando se produzca un deslizamiento en el volcán de la parte inferior de la isla de La Palma, en las islas Canarias (cumbre Vieja). Sin embargo, aunque existe esa posibilidad (de hecho algunos valles de Canarias, como el de Güímar (Tenerife) o el del Golfo (El Hierro) se formaron por episodios geológicos de este tipo), no parece que eso pueda ocurrir a corto plazo, sino dentro de cientos o miles de años. Esta especulación ha causado una cierta polémica, siendo tema de discusión entre distintos geólogos. Un maremoto es un peligro para el lugar en que se encuentre o se origine, pero también este fenómeno tiene ventajas hacia nuestro planeta.


DIFERENCIAS ENTRE TSUNAMIS Y MAREJADAS

tsunami


Las marejadas se producen habitualmente por la acción del viento sobre la superficie del agua, sus olas suelen presentar una ritmicidad de 20 segundos, y suelen propagarse unos 150 m tierra adentro, como máximo total, tal y como observamos en los temporales o huracanes. De hecho, la propagación se ve limitada por la distancia, de modo que va perdiendo intensidad al alejarnos del lugar donde el viento la está generando.

Un maremoto, en cambio, presenta un comportamiento opuesto, ya que el brusco movimiento del agua desde la profundidad genera un efecto de «latigazo» hacia la superficie, el cual es capaz de lograr olas de magnitud impensable. Los análisis matemáticos indican que la velocidad es igual a la raíz cuadrada del producto del potencial gravitatorio (9,8 m/s²) por la profundidad. Para tener una idea, tomemos la profundidad habitual del océano Pacífico, que es de 4000 m. Esto daría una ola que podría moverse a unos 200 m/s, o sea, a 700 km/h. Y, como las olas pierden su fuerza en relación inversa a su tamaño, al tener 4000 m puede viajar a miles de kilómetros de distancia sin perder mucha fuerza.

Sólo cuando llegan a la costa comienzan a perder velocidad, al disminuir la profundidad del océano. La altura de las olas, sin embargo, puede incrementarse hasta superar los 30 metros (lo habitual es una altura de 6 o 7 m). Los maremotos son olas que, al llegar a la costa, no rompen. Al contrario, un maremoto sólo se manifiesta por una subida y bajada del nivel del mar de las dimensiones indicadas. Su efecto destructivo radica en la importantísima movilización de agua y las corrientes que ello conlleva, haciendo en la práctica un río de toda la costa, además de las olas 'normales' que siguen propagándose encima del maremoto y arrasando, a su paso, con lo poco que haya podido resistir la corriente.





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Las fallas presentes en las costas del océano Pacífico, donde las placas tectónicas se introducen bruscamente bajo la placa continental, provocan un fenómeno llamado subducción, lo que genera maremotos con frecuencia. Derrumbes y erupciones volcánicas submarinas pueden provocar fenómenos similares.

La energía de los maremotos se mantiene más o menos constante durante su desplazamiento, de modo que, al llegar a zonas de menor profundidad, por haber menos agua que desplazar, la velocidad se incrementa de manera formidable. Un maremoto que mar adentro se sintió como una ola grande puede, al llegar a la costa, destruir hasta kilómetros tierra adentro. Las turbulencias que produce en el fondo del mar arrastran rocas y arena, lo que provoca un daño erosivo en las playas que llega a alterar la geografía durante muchos años.


¿COMO SABER CUANDO SE APROXIMA UN TSUNAMI?


Las olas de un Tsunami son diferentes a las que llegan hasta las orillas de los mares o lagos. Este tipo de olas son generadas por los vientos que hay mar adentro, y son olas bastante pequeñas en comparación con las olas de un tsunami. Las olas de un tsunami en el océano abierto pueden tener más de 100 kilómetros de largo. ¡Eso es lo que medirían 1 000 canchas de fútbol americano!. Las olas son inmensas, y viajan muy de prisa, a una velocidad aproximada de 700 km/hr., pero tienen sólo un metro de altura cuando están mar adentro.

A medida que un tsunami viaja en dirección a las aguas menos profundas de la costa, desacelera y aumenta en altura. Aún cuando es muy difícil ver a un tsunami en el mar, cuando llega a la costa puede crecer hasta alcanzar muchos metros de altura y, a medida que se acerca de la costa, desarrollar mucha energía. Cuando finalmente llega a la costa, podría parecer que el tsuniami es una marea que crece o decrece rápidamente, o una serie de olas con una latura máxima de hasta 30 metros.

Pocos minutos antes de que un tsunami choque contra la costa, el agua que se encuentra cerca de la costa se retirará y podrá verse el fondo marino. Por lo general, la primera ola no es la más grande, y cada 10 a 60 minutos llegarán más olas. Estas olas se mueven mucho más rapidamente de lo que puede correr una persona. El peligro de un tsunami puede durar muchas horas después de la primera ola. Diferente a otro tipo de olas, las olas de un tsunami no se giran ni rompen.

Las costas afectadas por un tsunami se erosionarán severamente. Un tsunami puede causar inundaciones hasta cientos de metros tierra adentro. El agua se mueve con tal fuerza que es capaz de destrozar casas y otro tipo de edificaciones.






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¿QUE HACER FRENTE A UN TSUNAMI?


En 1965, la UNESCO validó formalmente la oferta de los Estados Unidos para ampliar su centro existente de alertas de tsunami en Honolulu para constituir el Tsunami Pacífico (PTWC). Se establecieron también el Grupo de Coordinación Internacional (ICG/ITSU) y el Centro de Información Internacional de Tsunami (ITIC) para repasar las actividades del Sistema de Alerta Internacional de Tsunami para el Pacífico (ITWS). El sistema alerta de Tsunami en el Pacífico se ha convertido en el núcleo de un sistema verdaderamente internacional. Veintiocho naciones son miembros de ICG/ITSU: Canadá, Chile, China, Colombia, Islas Cook, Ecuador, Fiji, Francia, Guatemala, Indonesia, Japón, República de Corea, México, Nueva Zelandia, Perú, Filipinas, Singapur, Tailandia, Hong Kong, Estados Unidos, Rusia y Samoa Occidental, además de otras seis recientemente incorporadas.



Varias naciones y territorios no miembros mantienen las estaciones para el ITWS, y los observadores de la marea también están situados en numerosas islas del Pacífico.









a) 


   Si vive en la costa y siente un terremoto lo suficientemente
fuerte para agrietar muros, es posible que dentro de los veinte minutos
siguientes pueda producirse un maremoto o tsunami.




b)



   Si es alertado de la proximidad de un maremoto o tsunami,
sitúese en una zona alta de al menos 30 mts. sobre el nivel
del mar en terreno natural.




c)



   La mitad de los tsunamis se presentan, primero, como
un recogimiento del mar que deja en seco grandes extensiones del
fondo marino. Corra, no se detenga, aléjese a una zona elevada,
el tsunami llegará con una velocidad de más de 100
Km/h.


d)


   Si Usted se encuentra en una embarcación, diríjase
rápidamente mar adentro. Un tsunami es destructivo sólo
cerca de la costa. De hecho a unos 5.600 mts. mar adentro o a una
altura mayor a 150 mts. sobre el nivel del mar tierra adentro Ud.
puede considerarse seguro.


e)



   Tenga siempre presente que un tsunami puede penetrar
por ríos, quebradas o marismas, varios kilómetros tierra
adentro, por lo tanto hay que alejarse de éstos.



f)


   Un tsunami puede tener diez o más olas destructivas
en 12 horas; procure tener a mano ropa de abrigo, especialmente para
los niños.



g)



   Tenga instruida a su familia sobre la ruta de huida
y lugar de reunión    posterior.


h)


   Procure tener aparato de radio portátil, que
le permita estar informado, y pilas secas de repuesto.




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¿COMO PUEDE UNA ERUPCION VOLCANICA PRODUCIR UN TSUNAMI?

tsunami provocado por erupcion volcanica





Aunque son relativamente poco frecuentes, las erupciones volcánicas violentas pueden desplazar grandes volúmenes de agua y generar olas de tsunami extremadamente destructivas en las zonas cercanas. El desplazamiento súbito de una gran masa de agua puede ser causada por una explosión volcánica, por el hundimiento de una pared de un volcán o, la causa más probable, por la explosión y posterior derrumbe de las cámaras de magma de un volcán.

Uno de los tsunamis más destructivos conocidos hasta la fecha fue el que tuvo lugar el 26 de agosto de 1883, tras la explosión y posterior derrumbe del volcán Krakatoa (Krakatau), en Indonesia. Esta explosión generó olas de hasta 45 metros de altura, destruyendo las ciudades costeras a lo largo del estrecho que separa las islas de Java y Sumatra. Perecieron 36.417 personas. También se cree que la desaparición de la civilización minoica en la antigua Grecia fue causada por el tsunami que siguió a la explosión del volcán de Santorini en el año 1490 a.C.



¿PUEDEN LOS METEORITOS O LAS EXPLOSIONES CAUSADAS POR EL HOMBRE CAUSAR TSUNAMIS?


meteoritos pueden causar tsunami



Afortunadamente para el hombre, es muy raro que meteoritos y asteroides alcancen la Tierra. No se tiene noticia de que ningún asteroide haya caido en toda la historia de la humanidad. Por otro lado, los meteoritos de menor tamaño se queman al entrar en nuestra atmósfera. Se sabe que algunos grandes meteoritos chocaron con la Tierra en un pasado lejano, gracias a los grandes cráteres que han sido hallados en diversas zonas.


Es muy posible que un asteroide chocase con la Tierra en tiempos prehistóricos (hace 65 millones de años, en el periodo Cretácico). Según indican algunos estudios, fue este hecho el que comportó la desaparición de los dinosaurios y permitió la hegemonía de los mamíferos.

Hay evidencias de la caída de meteoritos y asteroides en tierra, por lo que puede deducirse sin esfuerzo que también han caído en mares y océanos; cuatro quintas partes de la superficie del globo están cubiertas por masas de agua.

La caída de meteoritos o asteroides en los océanos tiene el potencial de generar tsunamis de proporciones cataclísmicas. Los científicos que han estudiado el tema concluyeron que un asteriode medio, de unos 5-6 km. de diámetro, que cayera en mitad del océano Atlàntico produciría un tsunami que llegaría hasta los Apalaches, inundando dos tercios de EEUU. En ambos lados del Atlántico todas las ciudades costeras serían borradas del mapa. El mismo asteroide impactando en el Pacífico entre las Islas Hawaii y EEUU produciría un tsunami que destruiria las ciudades costeras de Canada, EEUU y México, y cubriría la mayor parte de las zonas habitadas de las islas Hawaii.

Teóricamente, las explosiones nucleares también pueden generar tsunamis, pero ningún tsunami importante ha tenido como origen una prueba nuclear en el pasado. Estas pruebas han sido prohibidas por la legislación internacional, por lo que con suerte jamás sabremos la magnitud de un tsunami provocado por el hombre.